Están trabajando en labores de potabilización de agua y ayuda humanitaria

Tras el desastre provocado el pasado 4 de octubre por el Huracán Matthew en la costa oeste de Haití, la Fundación Mensajeros de la Paz, presidida por el Padre Ángel, se ha movilizado para enviar ayuda humanitaria a un país del Caribe que, al margen de la catástrofe, se considera el más pobre de la zona, siendo su situación casi de emergencia permanente. Debido al huracán, las zonas afectadas han quedado aisladas, las viviendas han sido destruidas y el suministro eléctrico ha sido dañado. La asistencia sanitaria se ha paralizado y faltan, sobre todo, alimentos y agua potable.

Ante estas noticias y la urgencia de dar una respuesta, la Fundación Mensajeros de la Paz se reunió hace una semana con representantes de Bomberos Unidos Sin Fronteras. Esta organización ya ha colaborado con Mensajeros en la respuesta a otras emergencias, como el terremoto de Nepal. En la encuentro también participó el cantante Huecco, como representante de su Fundación Dame Vida, que también coincidió con la fundación del Padre Ángel en el trabajo tras el terremoto de Haití en 2010.

Los representantes de Mensajeros de la Paz despidieron al equipo de BUSF que partía del aeropuerto de Madrid Barajas hacia Haití, para comenzar su ayuda en el terreno. Una intervención que persigue la potabilización de agua y demás procesos de ayuda humanitaria. Sin la colaboración de Mensajeros de la Paz, la llegada de este contingente no habría sido posible: la ONG, presidida por el Padre Ángel, ha financiado los vuelos internacionales del equipo de cuatro miembros de BUSF, y ha conseguido que puedan al mismo tiempo realizar el traslado de una potabilizadora.

“Igualmente, desde la Fundación no habríamos podido intervenir en esta catástrofe si no fuera por Globalia, que siempre nos permite el traslado de maquinaria de ayuda humanitaria”, cuenta Nieves Tirez, directora de la Fundación Mensajeros de la Paz.

Mensajeros de la Paz abrió proyectos internacionales en Haití a partir del drama del terremoto de 2010. Empezando por enviar ayuda humanitaria, cooperantes y equipo sanitario (que se encargaría de la atención de varios dispensarios en Puerto Príncipe), el Padre Ángel consiguió establecer un puente aéreo humanitario entre el aeropuerto de Les Cayes en Haití y el de Santo Domingo en República Dominicana.

Con el paso del tiempo y la colaboración impagable de hermanas carmelitas de Vedruna y hermanas de San Vicente Paúl, Mensajeros equipó una escuela para 60 niños en el municipio de Fond Parisien, y creó un comedor infantil, con una pequeña granja avícola, para que a los menores que habían quedado desamparados tampoco les faltara la comida.

La organización creó, por otra parte, un Centro de Día con capacidad para unas cien personas mayores, en el barrio de Tabarré. Y ayudó a equipar de productos básicos y material sanitario el orfanato de Saint Marc, en el departamento de Artibonite. Por último, en el campamento de refugiados de Duval, también se hizo presente posibilitando la seguridad alimentaria y la asistencia médica de las familias, pero sobre todo la protección y educación de la infancia.