Todo apunta a un ajuste de cuentas provocado por una estafa amorosa

Este no ha sido un fin de semana fácil en Morata de Tajuña, pues la localidad declaraba tres días de luto oficial tras conocer la muerte de tres de sus vecinos más queridos, cuyos cadáveres aparecían el jueves por la mañana apilados y quemados en la vivienda que habitaban. Sin embargo, la historia que hay detrás resulta mucho más compleja, pues la principal hipótesis apunta a que los tres hermanos, de entre 70 y 80 años, estaban siendo víctimas de una estafa amorosa.

Según contaban los vecinos, desde hace al menos cinco años las dos hermanas mantenían una relación a distancia con dos supuestos militares, pero con el paso del tiempo uno de ellos les informó que el otro había fallecido, y que necesitaba una importante cantidad de dinero para cobrar una herencia.

Las peticiones de dinero se fueron intensificando en los meses siguientes, por lo que los tres hermanos empezaron a vender propiedades y a pedir préstamos. Precisamente uno de esos préstamos pudo ser el que provocó el fatal desenlace. Así, y según explicaban los vecinos, uno de estos acreedores acudió semanas atrás con un machete, exigiendo el pago del dinero que le adeudaban; tras lo que una de las hermanas fue golpeada con un martillo.

Temiendo por su integridad, los hermanos compraban una pistola de fogueo para defenderse ante posibles atacantes, pero el desenlace demuestra que no fue suficiente. Ahora la policía investiga el entorno cercano para tratar de dilucidar qué ocurrió exactamente con los tres hermanos de Morata.