Según explican los socialistas, el proyecto ya está en fase de tramitación

El portavoz socialista en la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Asamblea de Madrid, Antonio Fernández Gordillo, ha pedido al Gobierno del PP de Ignacio González que “reflexione seriamente sobre la autorización ambiental integrada que en estos momentos se está tramitando con el grupo Portland Valderribas, ya que podría afectar a la salud de las personas y al medio ambiente".

“Pedimos al Gobierno regional que reflexione seriamente sobre esta autorización ambiental integrada que en estos momentos se está tramitando porque la capacidad del aire en esta zona va a verse afectada, en una zona que además se concentran complejos medioambientales complicados como el de Valdemingómez, como la planta de tratamientos de residuos de Loeches, el depósito de residuos industriales de San Fernando, o vertederos como el de Alcalá o Nueva Rendija pegados a Mejorada” ha manifestado el socialista.

Gordillo se pronunciaba así durante la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio celebrada hoy en la Asamblea de Madrid, donde el Grupo Parlamentario Socialista ha preguntado al Gobierno regional por el proyecto para el tratamiento de residuos urbanos en la planta de Morata de Tajuña presentado por el grupo empresarial Portland Valderribas.

El parlamentario ha explicado que esta autorización ambiental integrada se está tramitando “de tal manera” que en sus instalaciones se sustituye el combustible que se utiliza anualmente para producir cemento por diversos residuos, entre los cuales hay no sólo fracciones de residuos urbanos, sino lodos de depuradoras, vehículos, plásticos, envases, neumáticos, residuos de tipo vegetal, ..etc. “Es decir, que la incineración de todos estos residuos con el fin de producir el calor necesario para fabricar cemento va a producir importantes emisiones de sustancias tóxicas en un radio de 20 kilómetros lo que ha originado, lógicamente, las protestas de los vecinos afectados” ha indicado Gordillo.

De esta manera, los socialistas madrileños recogen las reivindicaciones de los vecinos de Morata que temen que la empresa sustituya los combustibles tradicionales por otros que pueden producir emisiones tóxicas que podrían afectar a la salud de las personas y al medio ambiente, por lo que piden a Ignacio González que “reflexione seriamente” sobre esta autorización ambiental integrada. “En definitiva, el sureste madrileño no lo podemos seguir convirtiendo en la diana de instalaciones peligrosas con el correspondiente impacto medioambiental” ha concluido.