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16
May
2023
Listas con pasamontañas PDF Imprimir E-mail
Punto D Vista - Otra mirada
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Jesús Hernández Gallardo

Pero no desesperemos, ellos son cobardes, los he conocido, he visto a seres acurrucados entre sus sábanas, al otro lado de los barrotes llorando al ver a fuerzas de seguridad que tan solo pasaban, que simplemente iban por el camino perimetral de puestos de vigilancia alrededor de una prisión. He visto lloriquear a torres de ETA totalmente descompuestos al saberse trincados y sin la protección de esos palmeros que les aplauden las fechorías en sus aldeas, sus poblaciones.

Son esos los que están encaramados en las listas electorales de Bildu, en puestos de políticos en las alcaldías, son los que van a representar a sus caseríos, sus poblaciones, sus barrios, sus ciudades. No sabrán ni una palabra de municipalidades ni nada similar, no conocen los planos más primarios de urbanismos, ni de distribuciones de redes de comunicaciones, ni cómo ayudar al enfermo, al necesitado que precisa apoyo hospitalario; son los cromos colocados para que la otra cara, el mundo español suframos, aunque al final sean ellos mismos los que noten el rubor y la carga cuando les pidan que actúen, que pongan remedios, que saquen de atolladeros a todos quienes están agobiados. Están fuera siempre de esa realidad de servicio.

Los etarras son como ovejas que pululan detrás del pastor, del ideólogo que les ordena matar, colaborar en el asesinato, nombrar a personas justas, decir y plantear crueldades de gentes que tan solo viven, comparten, ayudan y se dejan llevar por los cauces previstos para personas honradas. Son ellos los que se manchan las manos de sangre, los que se dejan llevar por el odio que rezuman sus venas, por la mala baba de tanta gente que ha deshumanizado tantos lugares.

Mientras tanto en el fatídico grupo gubernamental sanchista, de Pedro Sánchez, son capaces de arrimarse a ellos para ayudas mutuas, para aliarse y seguir gobernando con el empuje de pistolas humeantes, las que aun huelen a pólvora y muerte.

No sabremos realmente si las pistolas se han rendido, si han dicho la última palabra o por el contrario regresan a escena a sembrar terror y soliviantar como ya lo hicieron hace años, no tantos. Muchos españoles lo tenemos tatuado en el cerebro, porque todos los demás estábamos en el punto de mira de un etarra, quien no miraba más que la ligereza en el gatillo de su pistola o los cables de la bomba lapa en la antesala de la explosión.

Ellos son los que se han colado gracias al PSOE de Sánchez y que van a merodear en tantas ciudades españolas con la culata de la pistola asomando a su cintura.

Jesús Hernández Gallardo

Exfuncionario del Estado

Torrejón de Ardoz

 

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