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25
Abr
2020
Entregan mascarillas perforadas a profesionales sanitarios PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por CCOO MadridLos sindicatos llevan el asunto ante Inspección de Trabajo

CCOO Sanidad Madrid ha recogido decenas de reclamaciones de los profesionales de centros sanitarios públicos y privados, así como de las residencias madrileñas que, desde hace semanas, están recibiendo mascarillas de dudosa fiabilidad, algunas de las cuales ya se han retirado por orden de las autoridades sanitarias del Ministerio de Sanidad y de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, ya que no cumplían las especificaciones técnicas requeridas por la Unión Europea (UE).

Al problema surgido con las mascarillas de protección que no establecen el nivel de defensa ante el contagio para el que deben ser utilizadas, se une la pésima calidad de las que se han puesto en uso.

Por ello, los profesionales no están seguros de que las mascarillas que se les están suministrando cumplan las especificaciones de seguridad requeridas para preservarles del coronavirus. CCOO denuncia que el problema no está solo en los lotes que se han retirado sino que algunas de las mascarillas que se siguen entregando como es el caso de las mascarillas recibidas en el Hospital Gregorio Marañón, están “perforadas” (según vídeo adjunto). Por ello pide que se hagan pruebas urgentes a todos los profesionales y que se revise el material (mascarillas) que se está utilizando en los centros sanitarios y sociosanitarios.

En los centros del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) se siguen distribuyendo y utilizando mascarillas con deficiencias importantes tanto por defecto como por omisión de instrucciones o leyendas de seguridad, y los profesionales continúan atendiendo a pacientes COVID-19 con dicho material, aún a riesgo de que ello pueda provocar nuevos contagios entre las plantillas y también en sus entornos más cercanos. Esto acarrea, además de riesgo para su salud y la de sus familias, peligros para los pacientes y podría provocar una importante merma en las plantillas, ya diezmadas (5.543 profesionales de la Comunidad de Madrid aún siguen de baja por contagio o aislamiento) en los centros sanitarios de la región.

El Ministerio de Sanidad ordenó el pasado 15 de abril la retirada de todas las mascarillas N95 de Garry Galaxy, contenidas en envases de color verde, primero señalaron que había otro lote en envases azules de Garry Galaxy que si cumplían con las especificaciones técnicas correctamente, sin embargo días después las NK95, en envase azul, tuvieron que ser retiradas también. Y Salud Pública de la Comunidad de Madrid envió el aviso a sus centros para retirar si hubiere y para controlar a los profesionales que habían hecho uso de estas.

CCOO reitera que los trabajadores de la sanidad pública, privada, de residencias de mayores, funerarias, y otros servicios en primera línea asistencial necesitan seguridad para realizar su trabajo, en condiciones que no supongan un riesgo para sí mismos ni para terceros.

CSIT UNIÓN PROFESIONAL ha denunciado ante la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Madrid al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) por incumplir gravemente las normas básicas de Equipos de Protección recogidas en diversas normativas detalladas en la denuncia y por incumplir los procedimientos establecidos para el seguimiento y control de los trabajadores que han usado los EPIs defectuosos.

Las partidas de material de protección individual dotadas por el SERMAS a los profesionales sanitarios de sus centros no son revisadas antes de su masiva distribución ni testadas oportunamente para comprobar que cumplan con los requisitos de la normativa vigente. Así, el SERMAS ha hecho entrega a los profesionales sanitarios en los centros, de mascarillas FPP2 de la empresa Garry Galaxy (envoltorio de color verde), como equipos de protección individual de protección respiratoria (EPI) para desarrollar sus funciones sanitarias en contacto con pacientes CoVID-19 que, posteriormente, han sido retiradas por no cumplir con ninguna clasificación indicada en la norma UNE-EN 149:2001+A1:2010. Es decir, el SERMAS ha facilitado EPIs defectuosos que no garantizaban protección a los profesionales al no cumplir la normativa.

Para que esta situación no se vuelva a repetir, CSIT UNIÓN PROFESIONAL ha solicitado que las partidas de material de protección individual sean revisadas y testadas previamente a su distribución masiva y antes del reparto al personal sanitario, garantizando que reúnen los requisitos y las indicaciones oportunas.

CSIT UNIÓN PROFESIONAL hace constar en su denuncia que el SERMAS tampoco está siguiendo las instrucciones recogidas en el “Procedimiento de Actuación para los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales frente a la exposición al SARS-CoV-2” y en su “Documento técnico Guía de actuación frente a COVID-19 en los profesionales sanitarios y socio-sanitarios, versión del 13 de abril de 2020”, específicamente en el apartado relativo al “Manejo de los Trabajadores Sanitarios considerados Contactos”, como es el caso de los profesionales que estuvieron utilizando las mascarillas retiradas, durante el ejercicio de sus funciones en jornadas laborales consecutivas y en diversos periodos de tiempo.

Para aplicar los protocolos de actuación clínica con los profesionales afectados, deberíamos conocer los siguientes datos, tal y como CSIT UNIÓN PROFESIONAL le trasladó a la Dirección General de Recursos Humanos del SERMAS y de los que aún no ha dado respuesta: fechas de entrega y retirada de este material defectuoso en cada centro y detección de profesionales afectados. Esta información es fundamental para la pertinente aplicación de los procedimientos normativos establecidos, cuyo primer paso sería su aislamiento y realización de los test PCR a los 7 días del contacto de riesgo, para su inmediato diagnóstico ya que ese es el periodo donde presentarían la PCR positiva tanto los sintomáticos como asintomáticos. En profesionales que ya hubieran pasado la infección previamente al uso de dichas mascarillas, se debe hacer una serología plasmática para detección de anticuerpos y debe apartarse de la actividad asistencial hasta no tener el resultado dado que solo se ha de incorporar si tuviera un título de anticuerpos protector.

El Sindicato de Enfermería solicita a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que ponga en aislamiento domiciliario de manera inmediata a todos y todas las profesionales que hayan utilizado las mascarillas retiradas recientemente, por no cumplir con las condiciones de seguridad frente al COVID-19. “De lo contrario contribuirían a la propagación y supondrían un peligro para el resto de personal, sus familias y las personas atendidas”.

Desde SATSE denuncian que la Comunidad de Madrid está empezando a realizar pruebas diagnósticas PCR a estas profesionales aunque aún de forma muy localizada. Sin embargo, tal y como marca la “Guía de actuación frente a COVID-19 en los profesionales sanitarios y socio sanitarios”, editada por el Ministerio de Sanidad, esto no es suficiente. Según marca este protocolo, todo profesional que haya sufrido una exposición de alto riesgo, debe ser retirado también de la actividad asistencial.

La Administración sanitaria madrileña ha puesto en grave riesgo de contagio a estas profesionales, ya que estas mascarillas no proveen la protección necesaria en contacto con pacientes COVID-19 positivos. “Deben ser apartados del trabajo y puestos en situación de aislamiento domiciliario. Además, exigimos que se cubran estos puestos por lo que reclamamos que no se proceda a la cancelación o rescisión masiva de contratos, tal y como parece ser la intención de la Consejería”, denuncia el sindicato.

“Durante el aislamiento domiciliario, se les deben realizar las pruebas de diagnóstico de COVID 19. Asimismo, desde el sindicato piden que se realice un seguimiento de su salud, registro en su historial médico de esta circunstancia y que se remita el parte de accidente correspondiente a la instancia correspondiente. Esta petición tendrá lugar tras la Mesa Sectorial que reunirá, de manera telemática, a la Administración Sanitaria y representantes de los trabajadores.

La Comunidad de Madrid ha iniciado un estudio para conocer con detalle cómo se ha comportado la enfermedad entre los madrileños y saber con más precisión el mapa de infectados y su situación inmunológica, empezando por los profesionales sanitarios. Esto permitirá establecer estrategias posteriores claras desde el punto de vista epidemiológico y asistencial.

Para ello, la Consejería de Sanidad, coordinado por la Dirección General de Salud Pública, ha iniciado cinco estudios piloto en los hospitales Fundación Alcorcón, Gregorio Marañón, Príncipe de Asturias, Ramón y Cajal y La Paz. Estos primeros estudios van a permitir determinar la técnica con mayor sensibilidad y especificidad.

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha explicado durante el Pleno de la Asamblea celebrado hoy, que además de estos estudios piloto, el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) ha comenzado el estudio de seroprevalencia para todos los profesionales sanitarios, y en coordinación también con los cinco hospitales concertados de la red pública. Después se ampliará el estudio a los trabajadores de los centros socio-sanitarios.

La Comunidad utilizará en el estudio, por fases, tanto test rápidos de anticuerpos como las técnicas denominadas de ELISA, y espera poder finalizarlo entre profesionales en menos de tres semanas. Para ello, el SERMAS ha adquirido 51.200 pruebas que se unen a las 73.000 adquiridas a través de distintos hospitales y que se utilizarán en su conjunto para toda la red.

Así, además de los cinco estudios piloto, están empezando de manera progresiva estudios en otros 26 hospitales: Rodríguez Lafora, Fuenlabrada, Puerta de Hierro, Escorial, Guadarrama, Fuenfría, Clínico-San Carlos, Getafe, Niño Jesús, 12 de Octubre, Infanta Sofía, Infanta Cristina, Sureste, Tajo, Henares, Infanta Leonor, Gómez Ulla, Móstoles, Severo Ochoa, Cruz Roja, Santa Cristina, Fundación Jiménez Díaz, Infanta Elena, Rey Juan Carlos, Villalba y Torrejón, además del Centro de Transfusión y la Unidad Central de Radiodiagnóstico. Estos estudios irán en paralelo a los que se van a realizan entre los profesionales de Atención Primaria y SUMMA 112.

Las pruebas se realizarán a todos los profesionales en un periodo aproximado de tres semanas, en las que se irán incluyendo los centros de manera secuencial.  Posteriormente, cada servicio de prevención de riesgos laborales de cada centro decidirá de manera individualizada la conveniencia o no de realizar nuevas determinaciones.

Dentro de este plan de acción está contemplada la necesidad de conocer las verdaderas dimensiones de la epidemia de COVID-19 en la Comunidad de Madrid y cuál es el estado inmunológico, así como monitorizar de forma dinámica la evolución de la infección entre la población, ya que esta información es imprescindible para orientar las medidas de salud pública futuras relacionadas con el control de COVID-19.

La Dirección General de Salud Pública recuerda que no hay que olvidar que en el momento actual se desconoce la capacidad protectora de los anticuerpos generados por la enfermedad y la dinámica exacta con la que éstos se producen en los pacientes y en la población asintomática. Hasta que esa información no esté disponible, no se podrán hacer aproximaciones con los resultados más allá de saber qué porcentaje de nuestra población ha sido contagiada.

La Consejería de Sanidad trabajará en paralelo en la estrategia nacional impulsada por el Ministerio de Sanidad, en la que Madrid tendrá una muestra poblacional a estudiar de 6.000 personas.

 

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