Los datos del jueves ya muestran una caída del indicador

Después de cuatro días de subida continuada en los datos de contagios llegaba la hora de las respuestas, y las daba el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, en la rueda de prensa de los viernes, una rueda de prensa, que, después de muchos meses, volvía a ser presencial. Zapatero contaba que en la última semana se había detectado un macrobrote con más de trescientos afectados en 67 de las doscientas zonas básicas de la Comunidad, un macrobrote que comenzaba en un viaje de fin de Selectividad a Mallorca con chicos de siete comunidades autónomas.

En lo que respecta a Madrid, hay 320 afectados, y unas dos mil personas en cuarentena, en zonas básicas de toda la región, incluyendo Coslada, según desvelaba el viceconsejero. Será el próximo martes cuando, al conocer la variación de la incidencia por municipios, se conozca la verdadera magnitud del brote, pero la buena noticia es que comienza a estar controlado. Así, los datos del jueves ya muestran una leve caída de contagios con respecto al día anterior.

Zapatero también aprovechaba la rueda de prensa para explicar por qué esta subida de contagios no había afectado a los ingresos ni a la ocupación, y la clave está en el curioso comportamiento de la cepa india. Así, el viceconsejero explicaba cómo se había producido la quinta ola (en realidad, cuarta, porque ellos no tuvieron un aumento de casos en primavera) en Reino Unido, un aumento masivo de contagios que, sin embargo, no había tirado hacia arriba de los ingresos hospitalarios.

La explicación es doble: el alto grado de vacunación, y el comportamiento de esta cepa que, a pesar de ser una “doble mutante” con características de las cepas californiana y sudafricana, no parece ser tan virulenta como las anteriores. Eso sí, desvelaba Zapatero, sólo están a salvo de contagio los que ya han pasado la enfermedad (las reinfecciones siguen siendo anecdóticas) y los que, de forma natural, son inmunes al virus; pues las vacunas sólo protegen contra los efectos más perniciosos del virus, pero no impiden su contagio.

Así las cosas, es prácticamente seguro que a mediados de agosto, como muy tarde, llegará una quinta ola de contagios a Madrid, pero sin prácticamente ingresos hospitalarios, y con síntomas leves para los contagiados, lo que abrirá la puerta, de forma definitiva a que el coronavirus se comience a comportar como una simple gripe.

Los datos del jueves dejaban otra noticia importante, ya que, en este informe, se alcanzaban los cinco millones de vacunas inyectadas, y esto antes del acelerón definitivo en la vacunación que se producirá la semana que viene, cuando España espera recibir más de seis millones de vacunas, y el Zendal comenzará a vacunar por las noches.

La subida de contagios de la última semana ya se notaba este viernes en el informe del Ministerio, que elevaba ligeramente la incidencia en Madrid hasta los 78,59 casos por cien mil habitantes, la octava más alta de España. Sin embargo, en este último informe ya se nota una caída de catorce contagios con respecto al día anterior, lo que parece indicar que el brote está controlado.

De tal forma, la mañana del viernes comenzaba con 309 pacientes ingresados en los Hospitales de Madrid, nueve menos que el día anterior; de los que 166, ocho menos que el miércoles, están en la UCI. Los ingresos se elevan hasta los 35, de los que cuatro personas lo hacían en estado grave; mientras que los fallecidos pasaban de uno a tres y Sanidad Mortuoria actualizaba once decesos, todos en Hospitales menos uno registrado en una vivienda, y otro, en una residencia. Los contagios ascienden a 407 en el día; y 568 actualizados.