La Mesa, controlada por el PP, se niega a aceptar sus enmiendas 

Lo que hasta ayer mismo parecía un camino de rosas para que Ayuso aprobase sus Presupuestos se llenaba de espinas, pues VOX anunciaba que votará en contra en el pleno del 22 de diciembre si no se alcanza un acuerdo de negociación del texto.

Y es que el Partido verde considera que los populares han roto todos los puentes al negarse a aceptar las enmiendas de los de Monasterio alegando que llegaron fuera de plazo.

El detonante se producía este mismo martes, cuando la Mesa de la Asamblea, controlada por el PP, se negaba por segunda vez a aceptar las enmiendas tras negar que existiese fallo informático en el registro.

La respuesta de VOX no se hizo esperar, y aunque en un principio habían anunciado que estaban entre la abstención y el no y abiertos a negociar, durante la tarde hablaron claramente de que tumbarán los presupuestos de Ayuso si los populares se niegan a negociar con ellos.

Y es que no hay que olvidar que a pesar de la amplia mayoría del Partido Popular, Ayuso no tiene mayoría absoluta, por lo que si los votos de VOX se suman a los de la izquierda no saldrán adelante los Presupuestos de 2023.

“Falta de voluntad política para negociar con VOX”. A eso se debe la decisión de la Mesa de la Asamblea para no aceptar las enmiendas de VOX a los Presupuestos de la Comunidad de Madrid y así lo ha dejado claro Rocío Monasterio.

PP y Más Madrid se han unido este martes para censurar las enmiendas de VOX. Ambos partidos se han opuesto a admitir el escrito con el que VOX prueba que sus enmiendas fueron grabadas a tiempo y que se produjo un error informático posterior ajeno a la formación en su tramitación. “Es como si un madrileño que va a pagar el IBI llega a tiempo al mostrador y le tramitan tarde su solicitud. Esto es lo que ha pasado”, argumentó la portavoz de VOX.

Tanto el PP, que tiene mayoría en la Mesa, como Más Madrid se han negado a tener en cuenta antecedentes como el ocurrido en 2017 con Ciudadanos, que presentó 20 minutos tarde sus enmiendas y la Mesa las aceptó igualmente. O como, en esta legislatura, cuando la Mesa también aceptó -y por mayoría, no por unanimidad- el registro de las peticiones de comparecencia de VOX en la Comisión de Barajas.

“Es un tema de voluntad política. Si el Partido Popular hubiera querido no censurar a millones de madrileños que están representados en esta fuerza parlamentaria, habrían aceptado nuestras enmiendas. El debate se circunscribe por decisión del PP y Más Madrid a las enmiendas de la izquierda, al no estar las de VOX”, denunció Monasterio.

“El PP se equivoca de enemigo. Nosotros hemos demostrado que hemos sido un socio leal, hemos intentado hasta el último segundo llegar a un acuerdo. ¿Qué hacen uniéndose a Más Madrid para atacar a VOX?”, se preguntó Monasterio. Por lo tanto, VOX votará que no a los presupuestos: “No podemos votar a favor ni abstenernos en un Presupuesto en el que se nos ha censurado el debate y, en consecuencia, en el que sólo se debatirán las propuestas de la izquierda. Entendemos, por lo tanto, que el PP prefiere negociar sus presupuestos con Más Madrid, PSOE y Podemos”, concluyó.

Un error informático ajeno a los trabajadores del Grupo Parlamentario. A eso se debió el retraso de tan solo 6 minutos en el registro de las enmiendas parciales de VOX a los Presupuestos de la Comunidad de Madrid. Por ello, la formación ha presentado un escrito ante la Mesa de la Asamblea para que reconsidere su postura de no aceptarlas y se puedan debatir en el Pleno correspondiente del 21 y 22 de diciembre.

En concreto, el GPVOX argumenta que sus enmiendas sí fueron grabadas en tiempo y forma en la aplicación informática creada para tal fin. Dicho procedimiento tuvo lugar a las 11.45 horas, como quedaría demostrado con el hecho de que “pasadas las 12 horas, el sistema no deja operar para añadir ninguna enmienda ni editar ningún dato grabado”.  El problema llegó al generar los PDF correspondientes a dichas enmiendas, que son el documento final que se presenta en el Registro de la Asamblea de Madrid. En ese momento, “la aplicación se bloqueó y dio fallo durante unos minutos, lo que provocó el retraso de la composición del libro final con los PDF”, reza el escrito de reconsideración de VOX.

“Este problema no es imputable al GPVOX, puesto que se trata de una aplicación informática ajena al grupo parlamentario y puesta a disposición del mismo por la Cámara. En caso de no haberse producido dicho problema técnico, el GPVOX habría llegado a tiempo de registrar sus enmiendas”, continúa el texto.

Además, la formación presenta pruebas que ratifican los intentos de sus trabajadores por intentar tanto evitar como subsanar dicho error. Por un lado, una de las asesoras de la formación realizó tres llamadas el jueves, 1 de diciembre, por la tarde (17.43 horas, 18.03 horas y 18.08 horas), dirigidas al encargado de los servicios informáticos de la Cámara con el fin de solucionar “alguna incidencia técnica”. Por otro, el propio viernes, 2 de diciembre (día en que finalizaba el plazo del registro de enmiendas), la misma asesora llamó a las 11.51 horas al Registro para comprobar si el grabado de las enmiendas era válido. Tras confirmar el error en la generación del PDF en cuestión, se produjeron otras dos llamadas del GPVOX a los servicios informáticos de la Asamblea (a las 13.15 horas y 13.45 horas) solicitando la acreditación del grabado en tiempo y forma de las enmiendas de VOX, pese al retraso de la generación del PDF.

Los servicios informáticos del Parlamento regional remitieron al Grupo Parlamentario un informe de actividad con un “vacío de reporte de actividad entre las 11.15 y las 11.55 horas” del viernes, 2 de diciembre. Durante todo ese tiempo, varios trabajadores de VOX estuvieron trabajando en el grabado de las enmiendas hasta que se produjo la incidencia. Aun así, “el informe no refleja el momento en que se produce el fallo técnico, pero sí se desprende de él que la aplicación volvió a arrancar a las 11.55 horas”, esgrime el escrito del partido, que adjunta pruebas para verificarlo.

A la par que se producían las llamadas para intentar comprobar el correcto registro de las enmiendas de VOX, los trabajadores de la formación también remitieron un correo electrónico a la Secretaría General de la Asamblea, departamento que telefónicamente recordó que dicha situación debía ser estudiada por la Mesa, como ya había ocurrido en precedentes similares.

La Mesa de la Asamblea decidió el día 5 de diciembre rechazar la presentación de las enmiendas de VOX a los Presupuestos de la Comunidad de Madrid, esgrimiendo que hacía falta unanimidad para poder aceptarlas (y ésta no se producía por el NO de Más Madrid y la abstención del PSOE -el PP ni siquiera se pronunció al respecto). Y esta cuestión también es rebatida por VOX en su escrito de petición de reconsideración de dicha decisión.

Según el propio Reglamento de la Asamblea de Madrid, “el requisito de unanimidad en los acuerdos de la Mesa debe considerarse un procedimiento excepcional”, por lo que -argumenta VOX- el criterio de votación ordinario es el de la mayoría. En este caso, “no resulta en modo alguno aplicable el criterio de la unanimidad, dado que el retraso se debió a una serie de problemas técnicos en el sistema informático de grabación y presentación telemática de las mismas, ajenos y no imputables al GPVOX”. “No se produce aquí ninguna excepción al Reglamento”, sentencia la formación, que alega también antecedentes similares.

En concreto, tanto el Grupo Parlamentario Ciudadanos como Izquierda Unida sufrieron retrasos en la presentación de enmiendas a los Presupuestos en el año 2017. En ambos casos, fueron admitidas por la Mesa. Ya en esta legislatura, Más Madrid registró a sus miembros de la Comisión de Recuperación Económica de Fondos Europeos fuera de plazo y, de nuevo, fueron admitidos por la Mesa.

Y en lo que afecta al propio GPVOX, no es la primera vez que un error informático provoca retrasos en el Registro: la solicitud de comparecencias en la Comisión de Investigación de Barajas también llegó tarde por una incidencia técnica análoga a la actual. La Mesa, en esta ocasión, aceptó el escrito de VOX por mayoría -y no por unanimidad-.

Por todo ello, VOX pide la reconsideración de la decisión de la Mesa y que se acepten sus enmiendas a las Cuentas madrileñas para que formen parte del debate del Pleno correspondiente. De lo contrario, “se estaría vulnerando el derecho a los ciudadanos a la participación política -reconocido en la Constitución Española-, materializada dicha participación en las enmiendas que presenta el GPVOX a los Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid para el año 2023”, concluye la formación.

CCOO de Madrid y Unidas Podemos han mantenido este martes una reunión en la sede del sindicato para analizar los Presupuestos regionales para 2023, que se debatirán la próxima semana en sede parlamentaria.

Para la secretaria general de CCOO de Madrid, Paloma López, se trata de unas cuentas regionales “absolutamente insuficientes”, que “no son las que necesitan los ciudadanos y ciudadanas de la Comunidad de Madrid”. Son unos presupuestos que no sirven para revitalizar los servicios públicos ni para el cambio de modelo productivo que necesita la región, y que tampoco cumplen con los compromisos con el Gobierno central en materia de empleo público. Finalmente, con estos Presupuestos no va a ser posible llevar a cabo las inversiones comprometidas desde hace ocho años, que el Gobierno regional viene incumpliendo sistemáticamente.

Paloma López ha cifrado en 10.000 millones adicionales el dinero necesario para reforzar servicios públicos como la sanidad, la educación o los servicios sociales.

Por su parte, la portavoz de Unidas Podemos, Alejandra Jacinto, ha agradecido a CCOO llevar a cabo este encuentro para abordar una propuesta de modelo de región que ponga el foco en garantizar los servicios sociales y los derechos constitucionales. Una propuesta “alternativa” a la que presenta el PP con estos presupuestos, que profundizan en la desigualdad que sufre Madrid y son “un traje a medida para el plan de negocio de Ayuso”. Según Jacinto, este consiste en “desmontar” los pilares principales del estado del bienestar -educación, sanidad, vivienda y transporte- y se apoya en una política fiscal “negligente”.

UP ha presentado 1.349 enmiendas a los Presupuestos regionales.