Por haber gastado más agua de lo que tienen, pasarán 24 horas sin el líquido elemento

Después de cuatro días muy intensos, volvió la calma a Guadalix. Y es que la jornada de ayer fue bastante menos movida que las anteriores. Parece ser que Lorena ya no pregunta por quién la nominó, pues lo verá el lunes, y comienza a fijar objetivos para la próxima gala. Además, todos han cesado sus bromas de mal gusto, excepto Iván, que ha cambiado el mundo de las imitaciones por el insulto gratuito, y las parejas cada vez están más distanciadas, aunque todo depende del momento…

Empezamos precisamente por el repaso a los amoríos de Guadalix. Kristian y Sonia han decidido romper por completo su jugueteo, y esta vez no ha sido la dentista la que ha interpuesto barreras. Kristian, al que alisarse el pelo parece haber devuelto parte de la dignidad, le decía “puedes rechazarme tres veces, pero no más”, dando por cerrada toda posibilidad de romance con la canaria.

Tampoco Dani y Susana atraviesan por su mejor momento. La mañana comenzaba con la murciana arrollada a la cintura del DJ, que, al despertar, se lo tomó muy mal y se enfadó con la chica. Y es que Dani escribía justo la noche anterior un encendido post en el blog en el que decía a Eva que la quería mucho, algo que no será fácil demostrarle con unas imágenes que se prestan tanto a la manipulación.

El DJ, además, estuvo todo el día preocupado porque el Súper parece haber descubierto como sabe la hora que es y le ha dado un toque de atención. Nuestro topo particular va perdiendo el halo de misterio conforme avanza el concurso (justo al contrario que la serie El Barco), y cada vez más se muestra como un chico totalmente normal que, aunque no hizo el casting, está dentro de la casa por méritos propios, aunque él mismo sigue encargándose de sembrar la duda cuando, anoche, espetó a sus compañeros: “yo podría vivir sólo con los canales de Mediaset en la tele”, sorprendente confesión cuando, hace muy pocos días, comentaba con sus compañeros las galas de Tu cara me suena, y su relación con algún miembro del equipo del hormiguero.

La charla sobre el mundo de la tele dejó otras perlas, como que Lorena estaría encantada de conocer a Jorge Javier (verbi gratia, hacerse un Deluxe), o que su cadena favorita es Telecinco. Pero volviendo al DJ y su relación con Susana, Dani le dijo con claridad a la chica que no se metiera más en su cama, y que no piensa perder su relación por acercarse a ella en un concurso. La actitud de Dani  es bastante lógica, sobre todo porque la secuencia de las imágenes podrían dejar a Susana como una auténtica buscona, algo que, aunque siempre se dijo, las imágenes no corroboraron ni de María ni de Noemí Merino el año pasado.

Eso sí, los chicos quieren poner tierra de por medio, y ya han pedido que la próxima en entrar sea una “tía buena”, Kristian dixit, a ser posible mulata. (La doctoranda en ingeniería que se la guarden para otra semana). Y es que las prioridades de estos chicos están muy claras. Iván hacía un sorprendente retrato de su chica en la que destacaba “su cintura, su culo”,,, y también su personalidad, pero como un añadido que hace bonito y que si no estuviera tampoco importaría a nadie. Sobre la novia de Iván tenemos más datos. Ayer descubríamos que la única foto del perfil de Facebook de la interfecta con el concursante es de dos días antes de entrar al concurso, y es que lo de flechazo se queda corto en esta relación.

Volviendo a Dani, el jueves se convertía en el objetivo de un crítico análisis del concurso que realizó Igor. Considera que “va de sobrao, y da por hecho que cae bien fuera. Por lo que afirma que pasará su cumpleaños, en junio, dentro de la casa”. (Que Vasile te oiga, que los de los saltos de trampolín ya están afilando cuchillos…).

Las bromas sobre el físico de Lorena parecen haber cesado, casi del todo, ya que Iván sigue en sus trece de conseguir que alguien abandone si no le expulsan antes. El imitador ha pasado, desde hace unos días, la frontera entre la crítica irónica y el insulto gratuito (un saludo, Se lo que hicisteis), una frontera que tendrá que aprender a controlar si quiere ganarse la vida en el complejo mundo del humor. Y es que frases como “Lorena parece sacada de un cuadro de Botero”, “Me voy a secar con las bragas de Lorena”, o “Argi parece mi abuela porque huele a ajo”, son cualquier cosa menos graciosas.

El de Alicante, al dar por hecho que Lorena no se va el lunes, ha cambiado de objetivo, y ahora se dirige contra la que él cree que también está nominada (recuerdo que Edo cambió las nominaciones sin que ninguno dentro de la casa lo sepa): Argi Ayer el acoso del humorista fue constante contra la chica que, no obstante, en ningún momento entró en su juego, provocándole una cierta frustración.

Como la chica no le daba coba, Iván volvió a su punching ball favorito: Lorena. El alicantino llegó a decir ayer una frase que vuelve a rallar el bulling: “lo que más me gusta del mundo es meterme con Lorena. Ella es mi comodín. El mandamiento del Equipo A es fastidiarla”. Como era su mandamiento, lo cumplieron por la tarde, lanzando a las chicas preservativos llenos de crema (parece que otra utilidad no van a tener los profilácticos en esta edición), y llenando de pasta de dientes las zapatillas de Lorena.

Sin embargo, parece que la valenciana ha encontrado un sorprendente aliado: Edo, que  también ronca, y que no dudó en dar un masaje a la estilista, mientras comenzaban a entablar una cierta amistad. El día, no obstante, no empezaba bien para Lorena que, durante el desayuno, se caía de la silla provocando las risas de sus compañeros, y el abandono de la cocina por parte de la chica, que no volvió a entrar para terminar de desayunar. Y es que las bromas de sus compañeros están reavivando fantasmas que Lorena afirmaba haber desterrado hace tiempo: la chica lleva varios días sintiéndose mucho más insegura, y, desde el episodio del Tigre de Bengala, no duerme en el sofá para evitar a sus compañeros. Precisamente por eso se refugia cada vez más en la faceta de estratega, una faceta que da resultados, aunque no siempre.

Ayer comenzaba ya a pactar las nominaciones del lunes con Argi y Noelia, y lo hacía con un objetivo claro: Miriam. Las tres consideran que la superviviente no se ha integrado del todo y que es demasiado mueble como para seguir en la casa (eso lo dicen porque no han mirado a su alrededor. En esa casa hay más muebles que en un trastero de los programas de subastas). Eso sí, el trío de amigas lo tiene muy claro: van a salir tas tres a la palestra, y no van a nominar a Juan Carlos (ya veremos si lo cumplen…).

Más cosas. Los concursantes han gastado demasiada agua y durante las próximas 24 horas solo tendrán una jarra de un litro para todos. Obviamente la decisión buscaba generar conflicto dentro de la casa, pero consiguió justo lo contrario: los concursantes se fueron a dormir para no gastar agua hasta que el Súper les despertó para hacer la prueba semanal, una prueba en la que hubo varios roces, precisamente por culpa de la somnolencia. La cosa volvió a animarse a la hora de la radio, que está dando más juego en una semana que en las trece ediciones anteriores.

De nuevo, el protagonista fue Iván, que debe considerar que la radio es como Salou para fresita (solo suya). Todo comenzaba cuando Lorena y Susana estaban dedicando canciones a sus amigos. El imitador entró en la pecera durante una canción, y la interrumpió para ponerse a hablar. La irrupción de Iván no hizo ninguna gracia a Susana, que le recriminó su actitud, a lo que el de Alicante no dudó en decirle que él tiene cuatro años más que ella (se llevan toda una vida). En plena guerra, y con Lorena al margen por primera vez, el alicantino se iba con muy malos modos de la emisión, por segunda vez en una semana (ni Belén Esteban, oiga).

Después de arrepentirse del pronto, el Tony Manero de Guadalix recurría a Dani, al que previamente había puesto verde con Igor, para pedirle que intercediese para evitar que Susana le nominase. El terror de este chico a salir a la palestra comienza a rallar la obsesión. No parece entender que, aunque consiguiera llegar a la final sin ser nominado, como Saray, el público es quien decide el ganador, y si no le gustas, no ganas.

Justo después, y tras hacer alguna cábala, intentó quitarse otras de las nominaciones posibles, aunque estas las veo complicadas. El alicantino se acercó a la habitación de Lorena para pedir a las tres chicas objeto de sus burlas y mofas que no le nominen. Lorena, de forma tajante, le deja muy claras las cosas: “Hablamos de nominaciones porque esto es Gran Hermano y no la Casa de la Pradera”.

Tras darse cuenta de la gravedad que su encontronazo con Susana puede tener para su posible nominación (ya cuanta, y no es descabellado, con cuatro votos negativos), el chico cambiaba de actitud tirando directamente por la demagogia: “lo que no es normal es que haya familias en la calle sufriendo y a la vez los del banco calentitos con su dinero”, soltaba el invitado al Gran Debate, digo Hermano.

Bromas aparte, el encontronazo entre Susana e Iván puede tener consecuencias importantes en las próximas horas. Si la chica comienza a sentirse desplazada del grupo al que pertenece, podría buscar consuelo en el grupo que lidera Lorena, rompiendo la igualdad, y dejando el juego en manos de la estilista de uñas. Además, no hay que olvidar que en ese grupo estratégico se encuentra el mismo Dani, y que la llegada de Susana atraería hacia Lorena parte del voto carpeteril. Iván no es consciente de los movimientos telúricos que puede haber desatado, pero seguro terminará descubriéndolo. Termino también con Iván. Tras su discusión con Susana, y viéndose ya nominado, el concursante estuvo toda la noche de bajón, tanto es así que, al recordarle que le habían puesto canciones de Miguel Bosé durante su cumpleaños afirmó “sí, pero de las peores” (como si Bosé tuviera canciones buenas).