En Guadalix, las chicas se posicionan contra Adrián

Sin sorpresas, como todo apuntaba el debate de anoche se volvió a centrar en Igor y Miriam (¿que parte del toque de atención de la audiencia el pasado lunes es el que no han entendido?), los Pelochos, Susana y Gonzalo (aunque por supuesto, nada de lo ocurrido en la fiesta), y el jacuzzi entre Carlos y Saray, además de vídeos de Desi muy graciosa y amiguísima de Argi (ese momento: “Cuando salgas no verás un solo vídeo en que te critique” me ha matado por completo), y de Saray convertida en la otra de la relación Kristian y Sonia.

Hablando ya de la carpeta de Miriam e Igor, hay que decir que anoche estuvieron mucho más movidos que el lunes, y por fin Igor pudo tener la entrevista que no tuvo el lunes (el guión establecía que todo el metraje de la entrevista se dedicaría a que se peleasen Igor y Miriam), una entrevista que dejó al concursante por los suelos (que después de tres días fuera y sabiendo todo lo que ha sucedido con Lorena y Anabel todavía siga defendiendo su actitud y negándose a pedir perdón es, simplemente, impresentable; pero lo es mucho más que se justifique diciendo que eso mismo lo diría en la calle. Igor: Gran Hermano no es la calle, debe ser un modelo de comportamiento ya que es el espejo en que se miran gran parte de los jóvenes, y no se puede transmitir, bajo ningún concepto, una imagen clasista, superficial y misógina como la que se ha transmitido durante esta edición).

Volviendo a la carpeta, Igor y Miriam demostraban un sorprendente cambio de actitud, después de hundirle la entrevista a Mercedes Milá el pasado lunes. Enfrentados, se dijeron muchas cosas, pero a medias, para no desvirtuar lo que va a suceder esta noche, cuando vayan juntos al Deluxe, y con el tercero en discordia, Miguel, presente. Lo que pasó anoche es lo que en televisión se llama cebar una entrevista: dar alguna pista de por dónde pueden ir los tiros, pero no concretar nada, ya que eso recortaría el caché de la otra entrevista.

El debate, sin embargo, nos dejaba la noticia que escondía el misterioso tuit publicado horas antes por el programa: ni repesca, ni intercambio, el elemento con el que pretenden hacer frente a la final de Splash es la reentré de Álvaro, el pollito volador, que, según explicaba Frank Blanco (por cierto, espectacular en la entrevista con Igor), ya tiene el alta médica y puede reincorporarse al juego. Espero que en la nota de prensa que harán pública dentro de unas horas nos sorprendan, porque de momento la gala pinta, como poco, muy flojita.

Termino con el Debate con los porcentajes de expulsión: un concursante llevaba anoche un 67,3% de los votos, un dato que podría corresponder a Adrián; el segundo, tal vez Nacho, tenía un 19,5%; mientras que el tercer clasificado (Yessica), sólo llevaba un 13,2%. No obstante, esta vez más que nunca, no hay nada decidido, pues el número de voto recibidos es, probablemente, el más bajo de la historia del programa.

Adrián era precisamente el protagonista indiscutible de la casa en el día de ayer. Prácticamente todas las féminas y Nacho se enfrentaban al sevillano en distintos momentos del día. Para entenderlo hay que recuperar la estructura de grupos del pasado lunes: el pacto de caballeros (los Gemelos, Adrián e Iván) decidían sacar a la palestra a Yessica, el elemento discordante, junto a Nacho, de entre los recién llegados, y al conseguirlo, comenzaban a ser vistos por los demás como una seria amenaza. Precisamente esa amenaza se comienza a simbolizar en el percibido como líder del grupo masculino, Adrián, mientras que los otros tres se mantienen al margen.

El de Sevilla tenía un fuerte encontronazo con Nacho por culpa del racionamiento de la comida, que terminaba en críticas, por supuesto, a la espalda, de toda la sección femenina de la casa. Adrián, si consigue salvarse el próximo lunes, tiene todas las papeletas para volver a salir nominado, junto al que elijan los integrantes del pacto (por supuesto, todas estas alianzas pueden cambiar durante el fin de semana).

Otra carpeta: Susana y Gonzalo. Después de lo ocurrido el martes por la noche (y que, recuerdo, no conocemos, ni creo que conozcamos nunca), la actitud de los Gemelos hacia la murciana se ha transformado por completo (y a mucho peor). Ambos bromeaban ayer con lo que harían con Susana si ella fuera su caddy (ya os podéis imaginar el nivel de los comentarios, y lo repugnantes que fueron). Gonzalo fue más allá lanzando un dardo envenenado sobre lo ocurrido la noche anterior: “estoy deseando que entre una tía para tirármela en la cama al lado de Susana mientras duerme” (no pienso hacer ningún comentario, pero el programa no puede seguir mirando para otro lado ante semejante actitud. Espero que algún concursante se atreva a explicar dentro de la casa o fuera por qué tuvieron todos que ir en ayuda de Susana durante la larga noche de autos).

Más cosas sobre la noche de las censuras. El alcohol tiende a soltar la lengua, y eso es peligroso en determinadas circunstancias, sobre todo cuando la realización no está lo suficientemente rápida para cortar la emisión y deja que se escuche la confirmación de lo que un concursante ya había dicho dentro de la casa. Os pongo en situación: durante la noche Kristian, Argi y Saray conversan. En un momento determinado, la recién llegada pregunta quién es el psicólogo de cada uno de los concursantes, afirmando los dos veteranos que comparten psicólogo. En ese momento, y justo antes de que la realización cortase la emisión Kristian dijo, literalmente, “entonces conocerás a mi hermana” (sinceramente, si el programa no tiene nada que esconder, que llevan al plató a la hermana de Kristian para desmentir cualquier relación con el programa. Si no lo hacen, la bola va a seguir creciendo, hundiendo la credibilidad del programa, la productora y la cadena).