El programa intenta acabar con el poder carpeteril a través de una nueva aplicación para el móvil

Renovarse o morir, y nunca mejor dicho en este caso. Gran Hermano innovaba anoche el mundo de las nominaciones con la prueba piloto de la nueva aplicación del concurso, una aplicación para móviles que puede traer, finalmente, y después de doce años de espera (¿os acordáis de aquel mítico “Quieren que llueva en la casa de Gran Hermano”) la interactividad total y en tiempo real entre el programa y los espectadores. Esta primera prueba se basó en una hipotética nominación (el público eligió, por goleada, a los Gemelos y Sonia como nominados), y en hacer preguntas a Miriam.

El primer asunto, tal vez por el resultado obtenido (parece poco lógico cambiar las nominaciones todas las semanas para salvar a Sonia, y trucar dos votaciones para salvar a los Gemelos, para ahora dejar que sea la audiencia la que nomine), enseguida pasó al baúl de los recuerdos, pero el segundo sí salió adelante (aunque la pregunta fuera una chorrada). En cualquier caso, y es lo que importa, la nueva aplicación abre un sin fin de posibilidades que pueden permitir que el público tenga realmente en sus manos el futuro de los concursantes.

Además, y viendo los resultados, está muy claro que el público de la aplicación no es el carpeteril que tanto daño está haciendo al formato (al menos hasta dentro de dos semanas), por lo que, dar importancia a este nuevo elemento, tal vez salve de la muerte inminente a un formato que todavía puede tener un largo recorrido, eso sí, si los responsables son conscientes de lo que tienen entre manos, y no toman a la audiencia por imbécil integral.

La aplicación lo puede cambiar todo, y, tal vez, sea decisiva en una recta final que está a punto de comenzar. Pero antes de ello, había que cerrar tramas abiertas, como la repesca, sin demasiadas sorpresas, y con el retorno de Juan Carlos e Igor. Tras despachar, a toda velocidad, los vídeos de la entrada del vasco en la casa (en algo menos de media hora, y en competencia directa con Eurovisión), y dar la posibilidad a Sonia de que abandonase el juego (los Walls ya han avisado que cuando consideren que la chica debe marcharse se presentarán en Guadalix megáfono en mano), el programa se centró en las dos siguientes fases del proceso de repesca: el voto de los compañeros, y el voto de la audiencia.

Los compañeros, por cuatro votos, frente a tres de Giuls, dos de Miriam, uno de Edo y ninguno de Igor, eligieron a Juan Carlos como su nuevo rival, apoyado por los componentes del pacto fraguado durante los últimos días (Kristian, Raki, y Nacho). La última integrante, Sonia, prefirió votar por libre e intentar rescatar a su Mimi, mientras que Saray se convirtió en el elemento decisivo para que el madrileño volviese a la casa (si el voto de la madrileña hubiera ido para cualquiera de los demás, se habría producido un empate). Así Juan Carlos volvía a la casa, tal vez para continuar aquella historia interrumpida con Raki, o para lanzarse a por Susana. En cualquier caso, volvía dejando en plató unos calzoncillos para que los subastase la Asociación de Tartamudez (precisamente la que había exigido disculpas a la presentadora por sus comentarios de la semana anterior), cuyo presidente estuvo en la gala.

El segundo nombre era elegido por el público a través de Internet, y sus resultados, una vez más, difieren mucho de lo que el programa quiere hacernos creer que es el sentido del voto telefónico: Igor era el más votado con un 44, 76% de los votos, seguido por una Giuls que consiguió el 30,40%; el tercero en discordia fue Edo, que se alzaba con un 16, 96%, mientras que Miriam se quedaba con un 7,88% de los más de doscientos mil votos recibidos en cuarenta minutos.

Miriam era la primera en dejar el Apartamento, y, demostrando el sentimiento de los concursantes de esta edición, se despedía con un “pues me voy a la Posada” que le salió del alma (luego dice, ella y sus adláteres, que lo suyo no es un montaje). Igor entraba en la casa dejando fría a Sonia, y acercándose a su amigo el Pelocho, que parece que ya se ha decantado por uno de los bandos.

Siguiendo con las nominaciones, tan solo es destacable el comentario de Desi desmontando el programa y poniendo en duda la limpieza de la expulsión de Yessica (no eres la única, Desi), y la hermosa amistad entre Álvaro y la de Sevilla, con un comentario que podrían aplicarse perfectamente gran parte de los responsables del programa: “sin tener estudios tiene mucho más corazón que otros que se jactan de tener carreras”.

Al final de la noche, tres nominados en la palestra: Nacho, Desi y Saray, y el nombre de la madirleña con muchas posibilidades de salir de Guadalix en pocos días. La chica, así, tendrá que enfrentarse a su jacuzzi con Carlos, y vivirá una lapidación similar a la de Miriam de hace poco más de un mes, lapidación que se verá incrementada por los momentos de cariño vividos con el Pelocho a espaldas de Sonia.