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03
Mar
2024
Aprueban la transformación en viviendas de la penúltima planta de Torres Blancas PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridLas normas de seguridad impiden que se reabra el restaurante

El Plan Especial urbanístico para la construcción de ocho viviendas en la planta 22 del emblemático edificio Torres Blancas de Chamartín, incluido en el Catálogo de Edificios Protegidos, ha sido aprobado por el Pleno del Ayuntamiento de Madrid tras el visto bueno de la Comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad la semana pasada. Tras finalizar el periodo de recepción y resolución de alegaciones, se modificará el uso actual permitido de oficinas a residencial para el desarrollo de esta iniciativa privada.

El Plan Especial para la construcción de estas ocho viviendas y la modificación de uso de oficinas a residencial se ha tramitado de acuerdo con el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) que especifica que toda intervención urbanística que suponga un aumento de viviendas o locales con mantenimiento de la superficie debe cumplir unas especificaciones. En este caso, el incremento es de un único local a ocho viviendas, reduciéndose la ocupación máxima de la planta de 48 a 40 personas.

La propuesta urbanística planteada mejora las condiciones de evacuación de la planta 22, modifica el acceso actual de la entreplanta a la planta, pone en valor la estructura de hormigón armado, respetando la documentación original de su emblemático arquitecto, Francisco Javier Sáenz de Oiza, y permite eliminar una escalera privada que conecta las plantas 22 y 23.

Esta iniciativa, que surge como respuesta a la imposibilidad de implementar su uso original como restaurante por los problemas de aforo que ello conlleva, cuenta con el visto bueno de la comunidad de vecinos del edificio, que valora positivamente la reconversión y cuyos cambios supondrán, además, una mejora en la eficiencia energética del edificio.

Sáenz de Oiza proyectó el edificio Torres Blancas en 1961 para uso residencial, con 21 plantas destinadas a viviendas, dos plantas de remate para uso social del vecindario (en la azotea dispone de una piscina) y dos plantas sótano. El arquitecto vivió en este edificio hasta su fallecimiento en el año 2000. La planta 22 acogió durante la década de los 70 un restaurante y, con posterioridad, un conjunto de oficinas, actualmente en desuso, retomando ahora su uso original.

Pese a que el edificio se compone de una sola torre, su denominación de Torres Blancas proviene de la intención inicial de Oiza de construir dos edificios. El inmueble cuenta con una altura de 81 metros y una estructura formada por cilindros en su perímetro exterior que responden a la experimentación constructiva de su creador con el que ganó el Premio COAM 1972 y el Premio a la Excelencia Europea de 1974.

Al margen de las Torres Blancas en Chamartín, Sáenz de Oiza ha dejado una notable huella en el urbanismo de la capital. Premio Nacional de Arquitectura en dos ocasiones, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1987) y Príncipe de Asturias de las Artes (1993), trabajó hasta su fallecimiento, el 18 julio de 2000. Suya es, por ejemplo, la Iglesia Hispanoamericana de la Merced, en Tetuán; el nuevo recinto ferial de IFEMA; la Torre BBVA de la Castellana; La Triada, así como urbanizaciones en Fuencarral, Batán o El Ruedo, junto a la M-30.

El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la simplificación de la actual clasificación de los efectivos en categorías profesionales municipales, mediante la supresión de aquellas que ya no resultan necesarias, la adecuación de las que precisan algún cambio y la creación de algunas otras para adaptar la estructura de categorías a las necesidades de la organización municipal.

La última revisión general de la clasificación en categorías profesionales se llevó a cabo en el año 1993, hace más de 30 años. Es evidente que los cambios producidos en tres décadas como consecuencia de la redefinición de competencias municipales, de la nueva regulación de los empleados públicos, de la implantación de las nuevas tecnologías o de la definición de un nuevo sistema educativo (entre otros el Plan Bolonia) justifican por sí mismos una revisión de los perfiles profesionales que se necesitan en el Ayuntamiento de Madrid.

En coherencia con su trascendencia organizativa, el asunto ha sido pactado en el seno de la Mesa General de Negociación y ha contado con el voto favorable de las organizaciones sindicales CSIF, UGT y CC. OO.

El Área de Economía, Innovación y Hacienda, a través de Madrid Talento, ha impulsado una simplificación de categorías que reduce el número de ellas y facilita, en consecuencia, los procesos de selección, carrera profesional, provisión y formación, todos ellos asociados a las categorías que agregan perfiles profesionales. Esta simplificación tiene como objetivo generar eficiencia en la gestión de personal.

El desarrollo de instrumentos de planificación de recursos humanos basados en la atracción y retención del talento y la implantación de un modelo de empleo público por competencias, en línea con la tendencia regulatoria actual, exige modernizar la estructura de categorías para hacerla más flexible mediante la definición de perfiles más transversales y adaptados a las necesidades, los servicios y las profesiones de este tiempo.

El acuerdo de simplificación de categorías supone reducir el número final de categorías profesionales de personal funcionario en un 43 %. Con este rediseño de la estructura actual de las categorías, quedará una planta de 146 categorías en la que el 61 % se clasifican en el grupo A, de las que el 51 % responden a perfiles científicos-tecnológicos o STEM, en línea con las necesidades del nuevo talento digital. Se apuesta por categorías generalistas, manteniendo las especializadas en los casos en los que las funciones que se realizan son propias de una titulación determinada.

Con esta actuación, se suprimen categorías que no cuentan con efectivo alguno y que ya no tienen encaje en los perfiles profesionales propios de los servicios municipales (por ejemplo, apuntador de teatro u oficial de sastrería).

La medida va a permitir la extinción de categorías que hoy no son tomadas en consideración para el reclutamiento de efectivos por existir otras más idóneas (por ejemplo, ingeniero superior de Telecomunicaciones, que hoy ingresaría a través de técnico superior TIC; ingeniero técnico de Informática, que actualmente se englobaría en técnico medio TIC, u operador de servicios informáticos, que correspondería con el técnico auxiliar TIC).

La nueva estructura de categorías incorpora al Ayuntamiento de Madrid nuevos perfiles profesionales adecuados a las nuevas necesidades, a la evolución de los servicios o que responden a una especialización que, sin duda, redundará en una mejora de la calidad de los servicios municipales. Así, se crean, por ejemplo, categorías como médico de Medicina Deportiva, psicólogo general sanitario, técnico superior de Prevención de Riesgos Laborales o técnico superior de Medio Ambiente.

También se crean nuevas categorías que permitan la promoción y el desarrollo de la carrera profesional. Este criterio es el que ha prevalecido en la propuesta de creación de la categoría de técnico superior Rama Social, técnico superior de Calidad y Consumo y técnico auxiliar de Obras y Vías Públicas.

Además, se constituyen como categoría propia algunas que, hasta la fecha, eran tratadas sólo como especialidades y que, a partir de este acuerdo, se gestionarán como categorías singularizadas. Es el caso de las categorías de médico o enfermero de Emergencias Extrahospitalarias, veterinario, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos o técnico de Administración General de la rama jurídica.

Finalmente, hay varias categorías en las que se modifica la denominación para adecuarlas al sistema educativo o en consideración del ámbito al que se adscriben. Así, encontramos que arquitectos e ingenieros dejan de diferenciarse de arquitectos técnicos o ingenieros técnicos con la expresión ‘superior’, en línea con la denominación actual de las profesiones; que el diplomado en Trabajo Social pasa a denominarse trabajador social y que los técnicos y ayudantes de Archivos y Bibliotecas añaden a su denominación otro de sus ámbitos, Museos.

 

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