La psicóloga revela que en un test anterior Kiko Hernández tiene un CI superior a 120

El espectáculo televisivo en que ha convertido sálvame un test psicológico continúa, y lo hace con tres nuevos colaboradores que revelan lo que contiene su cráneo. La tarde comenzaba dando explicaciones ante la multitud de críticas llovidas desde todos los ámbitos por el tratamiento que se está dando a un asunto con muchas aristas relacionadas con el derecho a la intimidad.

Paz Padilla, que abría la puerta a someterse al test, explicaba que todos los colaboradores habían firmado el consentimiento para que los datos se hiciesen públicos, a lo que Karmele, la menos lúcida del programa (parece ser que por fin han desterrado términos como “lerda” o “tonta” de su vocabulario), desvelaba que ella firmó el documento coaccionada por la dirección del programa, asunto turbio que, si la colaboradora quisiera, podría llegar muy lejos.

Y es que el programa volvió a demostrar que el derecho a la intimidad no figura en su ideario: Kiko Matamoros, y la psicóloga lo corroboró, contaba que Kiko Hernández había conseguido una puntuación por encima de 120 en otro test, presumiblemente, el que tuvo que pasar para entrar en la casa de Gran Hermano. Y es que, aunque ellos piensen que así es, sálvame no es el primer programa que utiliza los test de inteligencia: Gran Hermano ya los hizo públicos en 2001, si bien sin dar ni un sólo dato identificativo de a quien correspondía cada prueba.

Volviendo a Karmele, Pop Star Queen afirmaba sentirse engañada por el programa, ya que nunca se habló de que los resultados se haría públicos de forma individual. Lidia Lozano apoyó, a su manera, a la cantante, afirmando que no sabía que el test estaba siendo grabado en vídeo.

Pero polémicas aparte, el programa decidió hacer públicos los cocientes de tres colaboradores: dos por debajo de la media del programa y el primer superdotado. Siete puntos por encima de Karmele, con 104 de CI, se situaba Raquel Bollo, una de las grandes defensoras de Isabel Pantoja que, debido a que el programa últimamente habla poco del juicio de la tonadillera, tiene poco trabajo.

109 era el cociente de la Princesa del Pueblo. La paracuellense se sitúa, siempre según los peculiares baremos que utiliza sálvame, nueve puntos por encima de la inteligencia media nacional (que cada cual saque las conclusiones que estime convenientes). Belén Esteban, así, hace valer su puesto como RRPP de una empresa; puesto que, entre otras cosas, le permitiría acceder a una lista electoral si sale adelante la propuesta de Esperanza Aguirre.

La tarde continuaba con el robo de una caja fuerte, y es que no sólo en casa de Camilo Sesto hay sustracciones: Jorge Javier llegaba desde el set de Hay una coa que te quiero decir para llevarse la caja fuerte donde se guardaban los test. Jorge, perseguido por Paz, experta lanzadora de zapatos, se llevó la caja y se la cargó, provocando que nadie fuese capaz de abrirla para saber el último resultado. Al final tuvo que llegar la Princesa del Pueblo para demostrar que está por encima de tres de sus compañeros (aunque por debajo de Víctor Sandoval, también que cada uno saque sus propias conclusiones) y abrir la caja a base de fuerza.

El plato fuerte llegaba justo al final del programa: el primer superdotado (además de Pipi) del programa, con 130 de CI es Kiko Matamoros. El integrante del eje del mal se convierte así en el segundo más listo de la “clase”, por detrás de Lidia Lozano, Mila Ximénez o Rosa Benito, los tres colaboradores que quedan por descubrir. Una de ellas se convertirá, próximamente, en el cerebrito de sálvame, pero eso será otro día.