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11
May
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): Miriam cuenta todo a Sonia y Kristian, audiencias de la Gala, y los Gemelos desmontan la Plataforma Gemelista PDF Imprimir E-mail
Los Blogs del Telescopio - El Choniblog
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Miriam hace explotar la casa contando información del exterior

Cualquier parecido entre esta edición de Gran Hermano y el formato original ya es pura coincidencia. Cuando parecía que lo habíamos visto todo: mensajes desde el exterior, información a través de familiares, información a través de las despedidas, información a través de megáfonos, entradas todas las semanas de concursantes con información, expulsiones disciplinarias de comportamientos justificables y perdón de comportamientos injustificables, o sobreprotección escandalosa de algunos concursantes, ayer el formato volvió a superarse: Miriam aprovechó su entrada en la casa oficial para contar absolutamente todo lo que ocurre fuera a Sonia y Kristian.

Y cuando digo todo, es todo, no insinuaciones de cómo se ven las cosas fuera o noticias de actualidad. Los pelochos ya saben que no hay boda, que Igor va a entrar a descubrir el papel de Sonia, que al Pelocho se le presenta como ganador, y que a ambos les conviene acercarse a Susana y Raki. Así, sin anestesia, Miriam mataba definitivamente el formato en emisión más longevo de la historia de la televisión en España. No es que se haya roto la incomunicación, ni que el programa se empeñe en destrozar las estrategias, es que esto ya no es Gran Hermano, se ha convertido en un auténtico circo mediático en el que todos buscan montar el mayor show para garantizarse platós. Pero lo peor no es que Miriam contase a Sonia y Kristian lo que estaba pasando fuera, sino que la propia Sonia ya lo sabía porque salió hace tres semanas de la casa. Insisto en ello: esto ya no es Gran Hermano, es un inmenso paripé montado para que el público se deje los cuartos para intentar que su favorito se lleve un maletín que ya tiene nombres y apellidos (y para que Telecinco maquille un poco las audiencias de un mes de Mayo en que Fernando Alonso y las motos serán los que decidan).

El programa tomaba represalias contra Miriam una hora después de que largase todo lo imaginable (hasta la final de la Copa del Rey), y eran una importante bronca y el retorno a la casa de la Broma con el resto de repescados (la prueba semanal consiste en que cada uno de los repescados pasen 24 horas en la casa grande para dar razones a sus compañeros de por qué deben volver a ser concursantes oficiales), pero el daño ya estaba hecho: Sonia, destrozada, lloraba por las esquinas, mientras la casa declaraba la guerra a un Igor totalmente ajeno al aquelarre que le espera dentro de unos días.

Ni que decir tiene que el comportamiento de Miriam merece la expulsión (ya os digo que no lo van a hacer, y menos cuando la concursante ya ha anunciado el próximo capítulo de su culebrón: ayer anunciaba que había pasado una noche en el hotel con “alguien a quien todos conocéis” obviamente se refiere a Edo, la clave es si lo venderá dentro de la casa o lo hará fuera. De momento ayer estuvo, entre baile y baile, muy cerquita de Juan Carlos, mientras Igor se mantiene alejado de la chica), del mismo modo que sucedió con Amor y Ana Toro. Y es que, si a Amor se la expulsó por insinuar a Melania que caía bien fuera, y a Ana Toro por contar como estaban las relaciones en el exterior, la actitud de Miriam no debería quedar sin castigo. Es más, según las normas de convivencia, tampoco la de los que escucharon sonsacando a la concursante información de fuera que, como mínimo, deberían ser nominados disciplinariamente (esto ya si que sería ciencia ficción).

Pero aún hay más: si Miriam hacía explotar la casa en contra de Igor, por la noche eran los Gemelos los que destrozaban su propia estrategia, como no, dentro del jacuzzi. Los Montoya confesaban a sus compañeros que su hermano, el tercer Montoya, era el que estaba detrás de los perfiles más activos de la Plataforma Gemelista en Twitter, y que él decidiría, tratando de manipular a las carpeteras, a quién expulsar para salvar a los sevillanos.

El tema de las plataformas siempre ha sido algo sumido en la bruma del juego. Siempre habían existido sospechas de que tras algunos movimientos pro concursantes había intereses ocultos, pero esta vez han sido los propios concursantes los que han desvelado su juego sucio. Porque, si bien no hay ninguna norma que prohíba hacer campaña en el exterior por un concursante, esta actitud de utilizar perfiles falsos y plataformas no es éticamente de recibo. ¿Que pensaríamos de una empresa que hace campaña por un partido político del que, si gana las elecciones, va a sacar rédito económico? La respuesta, cada mes en el CIS, y en los periódicos.

Insisto: si se quiere hacer campaña en el exterior, algo totalmente lícito, que sea a través de los perfiles reales, y no creando cuentas fantasma para hacer creer que el apoyo de un concursante es muy superior al que realmente tiene.

Y seguimos hablando de plataformas: tras ser protagonista durante toda la semana, el Susargismo parece haber desaparecido de Twitter. Ayer no colaron ningún hastag en la red, y ya dan por perdida definitivamente a Argi como concursante. Y es que el órdago lanzado a Telecinco no ha salido precisamente bien: Gran Hermano alcanzaba algo más de un 18, 5% de share subiendo dos puntos la audiencia de su última gala normal en una noche en la que todos ganaron: Cuéntame perdía dos puntos, pero se mantenía por encima del 21%, y Chicote se estrenaba con más de un 11, y con sólo 200.000 espectadores menos que Gran Hermano. Así, vuelve a quedar claro el perfecto maridaje que suponen los Alcántara y la Milá, aunque con audiencias menores para ambos formatos. La cohabitación televisiva es posible, y los nuevos jueves (al menos hasta la llegada del Número 1), son una prueba de ello.

Dejamos el exterior y hablamos de la casa, donde la jornada del jueves comenzaba con una revelación importante: Sonia tiene tres perros, llamados Prada, Gucci y Dior (si no fuera tan pacata acababa protagonizando Sexo en Nueva York). Su chico, mucho menos solítico, dedicaba la tarde a acabar con las existencias de Nocilla (Nocilla que, por cierto, no era suya), con un bocata de considerables dimensiones. La “travesura”, como él mismo la llamaba (hurto creo que lo llama el Código Penal), fue descubierta en poco tiempo. Al Pelocho le pillaron literalmente con las manos en la masa o, en términos jurídicos, en flagrante delito comiéndose el bocata. Kristian intentaba justificarse ante Desi, Álvaro y Nacho diciendo que “si otros no respetan, yo tampoco” (lo suyo más que el Estado de Derecho es la Ley del Talión), y advirtiéndoles de que no lo contasen a nadie.

La clave de la advertencia la daba Gonzalo horas después, y tras saberse nominado: “Nos vamos nosotros porque hemos hecho un par de confes contra los dueños de la casa”. Y es que no voy a hablar hoy de la actitud del programa con determinados concursantes, pero hay cosas que comienzan a ser evidentes incluso dentro de la casa. El azar, la suerte, o tal vez la mano negra, han decidido que el camino hacia el maletín de Pelocho y Señora esté casi expedito: tras la expulsión de Lorena, justo cuando empezaban a moverse las redes en su defensa, llegó la extraña expulsión de Dani, nada mas nacer las carpeteras Susanistas; cuando Susana se quedó sola y se acercó al maletín con la alianza Susargista, los Gemelos evitaron por la mínima una expulsión que les hubiera impedido alejar a la de Murcia de los 300.000 euros; Argi, último bastión de las tropas vencidas, también caía en una enorme polémica nacional, y ahora, tras dejar fuera de la repesca a Leti y Lorena, sólo dos personas se interponen entre Kristian y la victoria: Raki, cada vez con más fans en el exterior, y Sonia, contra la que ya ha comenzado una importante campaña de desprestigio. Ninguno de los que entraron después es rival, y tanto dentro como fuera lo saben (si no fuera por el desmentido de Argi, comenzaría a pensar que hay gato encerrado). De todas formas, y por si se nos ha escapado algún pequeño detalle, repaso lo ocurrido sobre este tema: Kristian insinúa dentro de la casa que su hermana y la redactora de Argi comparten nombre; Argi es expulsada contra el criterio de la productora y por orden expresa de Telecinco; comienza un movimiento para conseguir el retorno de Argi; Argi desmiente a través de Twitter que la hermana de Kris sea redactora del programa; Edo vuelve a entrar en la casa de Gran Hermano como repescado. Seguro que de la unión de todas las piezas acaba saliendo la solución al misterio...

En cualquier caso, la tarde anterior a la expulsión fue la dedicada a las campañas. Eso sí, con un tono un tanto distinto a lo habitual: lo normal en un concurso como éste sería hacer campaña por quedarse dentro de la casa, pero Desi prefirió comenzar a cebar lo que podría soltar por la boca en un Deluxe: “Valgo más por lo que callo que por lo que digo. Si salgo esta noche va a arder Troya...”, soltaba la sevillana, que sigue buscando un enfrentamiento. Por cierto, hace un par de días afirmaba que un tal Antonio la perseguía por la Feria de Abril. Ni idea de a quién se refería...

Más cosas: ya sabemos la duración del concurso. Kristian, (como no), lo contaba a Nacho, y, de paso, a la audiencia. El contrato con la productora es de cien días prorrogables por hasta 41 más, es decir, si estamos en el día 80 quedarían tres semanas de concurso (Sinceramente, me inclino por pensar que serán unas cinco semanas lo que queda de juego).

La nueva prueba semanal tiene tintes (por cierto, Desi ya ha conseguido que le compren el suyo) solidarios: se trata de empaquetar almohadas (imagino que la de marca Gran Hermano que anuncian en el programa) con las fotos de los concursantes. Es solidario porque una parte de los beneficios irán destinados a Cruz Roja, según explicaba el texto de la prueba. Masajes y conversaciones con los repescados serán los alicientes de una prueba que, de otra forma, nos haría dormir. Por suerte para los momentos de tedio está la casa alternativa, donde ayer volvía la fiesta al ritmo de Gangman Style. En un puro dejà vú volvimos a ver a Miriam e Igor bailando el baile del caballo (A pesar de que Miriam ya sabe como la apoda el público, no tuvo ningún problema en darlo todo sobre la pista de baile). Y mientras los repescados se divertían en la fiesta, los originales dejaban de bailar a los pocos minutos (si es que, ya lo decía la propia Mercedes Milá en la gala: “Han vuelto los pata negra”).

 

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