La casa estalla a 24 horas de conocer a los finalistas del concurso

Por fin puedo decir que no se por donde empezar: los dos grupos se enfrentan a 24 horas de la semifinal del programa, en que el público elegirá a los cuatro finalistas, y en la que podría haber sorpresas, si la estrategia wallista llega a buen término. Además, y ya fuera de la casa, Miriam sube a Twitter una impactante foto, y el programa termina lo que quedó pendiente del Debate, los premios y los porcentajes de expulsión (premios, por cierto, que fueron contraprogramados por una concursante).

Como todo está relacionado con la guerra abierta en Guadalix, comencemos por el principio. Habíamos dejado a los concursantes cenando sushi como comienzo de una velada japonesa, pero el shake pronto dejó paso al alcohol más fuerte. Desi montaba en cólera porque, según ella, le habían escondido su bebida. La concursante comenzó a soltar sapos y culebras, mientras Raki perjuraba que se habría bebido todo lo que le correspondía, y que los chicos (Igor, Nacho y Juan Carlos), no habían escondido nada.

El problema está en que las palabras de Raki no eran sinceras: a la mañana siguiente Álvaro confesaba, primero a la casa, y por la tarde a Desi, que sí habían escondido la bebida. El descubrimiento enfadó aún más a Desi, que hizo cruz a Raki para el resto del concurso (recordemos que la catalana, tras la salida de Kristian, había intentado un acercamiento a la sevillana para alejarse del Pelochismo, y de su probable expulsión en las próximas nominaciones).

Sin embargo, la guerra del alcohol tuvo consecuencias en las distintas escaramuzas que trufan la convivencia en la casa: por un lado, Nacho y Juan Carlos aprovecharon el incidente para atacar a Desi, mientras que Raki solo observaba sin mojarse (ni de forma figurada, ni literal, porque los dos chicos estaban en el jacuzzi); y por otro, fue el revulsivo que incendió la casa a la mañana siguiente.

Los concursantes, preparados para la prueba semanal, comprobaron como Desi no estaba levantada, y comenzaron una auténtica batalla dialéctica que dejó muy clara la estructura de grupos dentro de la casa: Juan Carlos y Nacho criticaban abiertamente a la sevillana, mientras que Susana y Álvaro la defendían. Raki, simplemente observaba, e Igor, que encendió la mecha, enseguida se quitó de en medio.

Eso sí, para que quede clara una de las constantes de esta edición, cuando la concursante se levantó todos la saludaron y nadie le recriminó nada. El critiqueo continuaba dentro de la cabina telefónica, donde Susana y Raki comentaban que una situación muy similar, con Raki como protagonista, había terminado con el Pelochismo defendiendo que la catalana no se levantase. La propia Raki reconocía los hechos y “vendía” a sus compañeros defendiendo la actitud de Desi. También fue un paso más allá contando a la murciana que Nacho había tergiversado una conversación sobre las tareas.

La semilla ya estaba plantada, y sólo tardó unas dos horas en germinar: Nacho se quejaba por el reparto de tareas y Susana le soltaba a la cara que era un mentiroso. El catalán, que no sabía a que venía el ataque, intentó defenderse de una forma que nos recuerda a otros concursantes: “a lo mejor interpreté los sentimientos de Susana”. Raki, viendo que no iba a salir indemne, terciaba, poniéndose del lado de Susana, algo que, primero Juan Carlos, y después Nacho, le recriminaron con dureza.

Sin embargo, las consecuencias más serias de la bronca se vivían fuera: las Wallistas, que estaban dispuestas a hacer ganadora a Raki como defensora del Pelochismo, se sintieron traicionadas, y escogieron nueva ganadora: Desi. Con mucha rapidez (los comandos Wallista y Susargista son una auténtica potencia militar), decidían lo que iban a hacer en la Gala de esta noche, y pasaba por no hacer ganadora a una Raki que se había acercado a Susana. Así, y si la decisión wallista se lleva a término, podemos tener una de las finales más interesantes de los últimos años: el voto Susargista tendrá que sacrificar a Igor o Susana para evitar que la teoría del 50% le de la victoria a Desi. De momento, Argi ya lo ha dejado claro: “con Susana hasta el final”, afirmaba en Twitter.

Pero antes de elegir al ganador, hoy tienen que salir tres personas de Guadalix, y, por fin, tras muchas especulaciones, sabemos cómo será. El programa comenzará con la expulsión de Juan Carlos (en unos párrafos os cuento como están los porcentajes, para que no quepa duda), y, automáticamente, se abrirán teléfonos para elegir a los finalistas. Será en dos tandas, siendo expulsado en cada una de ellas el menos votado de los concursantes. Una vez los tres concursantes estén en la calle, los cuatro finalistas descubrirán que lo son, y elegirán número de teléfono. Obviamente el voto en positivo cambia por completo la estrategia de los dos grupos, y sacará de la casa, probablemente, a Nacho y Raki, convirtiéndose en finalistas Susana, Igor, Desi y Álvaro, y dando comienzo la batalla final entre Susargistas y carpeteras Wallistas.

Con semejante escaleta, no es de extrañar que Igor haya dicho dentro de la casa que “da la impresión de que están cancelando el programa”. Y no es para menos: después de estar tres meses entrando concursantes, estamos a cinco días de la final con siete concursantes dentro de la casa, concursantes que van a salir tres en una gala, y cuatro en otra (algo, por cierto, muy parecido a lo que sucedió en el final de El Castillo de las Mentes Prodigiosas. Al menos esta vez la final no quedará relegada a las dos de la madrugada). Igor razonaba explicando lo extraño que es pasar de dos galas semanales a una, y final atropellado, y hacía culpable a lo poco que ocurre dentro de la casa (recordemos que el vasco entró justo tras el Argirazo, con el programa en el 18% de share, y que los últimos datos de audiencia que tienen son los que recibió Raki en su salida al médico, el día después de una de las galas menos vistas de la edición).

Y hablando de finales precipitados, el Debate se marchaba por la puerta de atrás, terminando cuarenta y cinco minutos antes de lo previsto para evitar coincidir con el partido de la Selección que emitía Cuatro (la estrategia les salió redonda, pues el partido consiguió casi un 25% de share, y casi 800.000 espectadores, mientras que el Debate se despidió con un 18 y medio y algo más de un millón trescientos mil espectadores, lo que supone una subida de un punto sobre la semana pasada). Eso sí, las cifras del programa están muy lejos del programa revelación de la temporada: MasterChef consiguió alcanzar la barrera de los cuatro millones de espectadores y se acercó al 22% de share. Así las cosas, la guerra de las carpeteras no será la única que se libre el próximo martes (una guerra con una fuerte carga simbólica la de Gran Hermano contra MasterChef, sobre todo al descubrir quien es el equipo responsable del programa de cocina).

Volviendo al contenido, el Debate se dejó muchas cosas en el tintero, y ayer lo solucionaba a través de Internet. Hacía públicos el resto de Premios DBT (Argi y Susana, la mejor amistad; patadas al puff, como la peor bronca; el “Zorrasca”, como mejor frase; y Desi, como personaje revelación, entre muchos otros. Tenéis la lista en el post de ayer, que ya está actualizado), y los porcentajes oficiales de expulsión, que anuncian que esta vez no habrá batalla en la Sala de Expulsiones: un concursante, probablemente Juan Carlos, llevaba ayer un 62,08%; el segundo clasificado, tal vez Desi, un 19,08%; y los dos últimos, Nacho y Susana, casi empatados con un 9,45%, y 9,39%.

Eso sí, durante la noche el Debate tuvo competencia: Leti, una de las pocas concursantes que no acudieron al programa, entregó sus propios premios a través de TwitCam, con la colaboración de Anabel, que recogió su premio cantando la canción que dedicó a Igor dentro de la casa.

Y volvemos a la casa, que hay más cosas que contar (no sabéis las ganas que tenía de hacer un post con mucho contenido, porque menudo mes y medio llevábamos...). Ayer se resolvía la prueba semanal, y, a pesar del intento de boicot por parte de Gonzalo, la superaban sin dificultades. Eso sí, por si no la superaban, el programa ya tenía preparado el premio de Licor del Polo, una espectacular cena que conseguirían su alcanzaban los 5.000 Me gusta en Facebook. Como ya es habitual, no consiguieron alcanzar los 5.000, pero aún así les dieron la cena de premio, al igual que, a pesar de no encontrar los 20 muñecos de Grú, ayer vieron la película del marciano.

Decía que Gonzalo hizo todo lo posible porque no superaran la prueba, saltándose el juego en su llamada a la casa, y gritando a Susana que la quería. La llamada tuvo consecuencias, ya que, aunque la de Murcia no se dio cuenta de lo que estaba pasando, al salir Igor y Álvaro le pusieron sobre la pista correcta: acababa de hablar con Gonzalo, aunque también sospechaban de Kristian.

Al día siguiente, Susana comenzaba a prepararse para la gran final, y lo hacía eligiendo un vestido rojo muy parecido al que utilizó Laura Campos hace dos años (¿está intentando repetir la historia?, porque no creo que sea casual que utilice de modelo precisamente GH 12, la peor edición de la historia hasta este GH 14).

Además la de Murcia aprovechaba para añadir un capítulo a una carpeta que todos dábamos ya por finiquitada: Susana se acordaba de Dany y de la polémica Ana-Eva, y lo hacía con palabras de despecho: “La definición de choni era Eva, con esas sandalias transparentes que llevaba. De saber estar cero, era una continua llamada de atención. El físico me da igual..pero me llevé una sorpresa, era completamente opuesta a lo que me habían hecho pensar”.

Termino volviendo al exterior, y a la polémica suscitada por una imagen que revolucionaba Twitter ayer por la tarde: Miriam colgaba una foto en la que se la veía durmiendo sobre un torso masculino, del que decía que era la mejor almohada. La identidad del caballero comenzó a despertar todo tipo de especulaciones, hasta que Carlos Montoya se encargaba de despejar las dudas sobre la relación/montaje: “Analizando las tetas y el cuerpazo de mi gorda!! @MiriamOficialGH espectacular interviu!!!”, publicaba el Gemelo en su cuenta (ya he hablado largo y tendido de lo que me parecen las relaciones de Miriam, y una, que es de natural malpensada, podría pensar que se intenta con el gemelo seguir la trama iniciada con Juan Carlos y que no llegó a ninguna parte. De todas formas, así aumenta el hype para la salida de Igor, y aumenta el caché de un enfrentamiento Igor- Carlos, enfrentamiento que, a día de hoy, nadie compraría, al menos hasta ayer).