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02 Oct 2023 |
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Los castellers de Madrid, invitados a un Encuentro en el que participaron doce comparsasDesde hace ya ocho ediciones, son los protagonistas del sábado de las Patronales y tienen un papel muy importante en la programación del domingo. Y como en está edición se cumplían diez años de la creación de la comparsa que lo organiza, el Encuentro de Gigantes fue muy especial. Así los Gigantes de Torrejón recibieron la visita de los castellers de Madrid, que regresaban a la localidad después de cuatro años, y lo hacían para realizar hasta tres castillos humanos ante la mirada de los vecinos y visitantes. Y es que en este tiempo la colla castellera ha crecido mucho, hasta el punto de sorprender a los que abarrotaban la Plaza con un castillo de tres pilares simultáneos, que además terminaba desplegando la bandera de Torrejón. Pero su actuación comenzaba mucho antes. A eso de las siete de la tarde, los Gigantes hacían acto de presencia en la Plaza y también los castellers, que se situaban junto a la fachada del Ayuntamiento. Así, y mientras los Gigantes permanecían expuestos antes de iniciar el primer desfile del Encuentro, los castellers comenzaban un primer castillo, un "pilar de cuatro", que sorprendía a los que llenaban la Plaza.
A las ocho y media, y tal y como manda la tradición, comenzaba el Baile de Gigantes, y lo hacía en una Plaza que ya esperaba el concierto de Abraham Mateo. Pero antes ellos fueron los protagonistas, y lo hicieron con una actuación en la que mostraron sus personajes más destacados. Así, por ejemplo, los Gigantes de Terrassa llegaron con una sorprendente serpiente que acompañaba a dos figuras demoníacas; y tanto Calatayud como Cubellas recordaban a sus vecinos más ilustres: el histórico payaso Charlie Rivel de Cubellas, y la Dolores de Calatayud.
Y justo antes de que los anfitriones cerrasen el Baile de Gigantes, la colla castellera de Madrid volvía a hacer acto de presencia, y lo hacía para realizar dos castillos más. Así sorprendían a todos con un "tres de cinco" antes de atreverse con una estructura muy poco vista en el mundo castellero: "tres pilares de tres simultáneos" que además terminaban desplegando la bandera de Torrejón entre los aplausos del público. Tras la actuación de los de Torrejón, llegaba el momento de las fotos y el intercambio de regalos, justo antes de que un baile conjunto de todos los Gigantes pusiese punto y final a la jornada del sábado.
El largo viaje se prolongaba hasta la Plaza, donde se produjo uno de los cambios más importantes con respecto a años anteriores: la Misa Solemne que se estaba produciendo dentro de la San Juan Evangelista hizo que, en lugar de entrar por la fachada de la iglesia, los Gigantes lo hiciesen por la del Ayuntamiento, quedando ya en posición para el baile final que, como marca la tradición, no fue otro que "Paquito el chocolatero".
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