x

Uso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies

31
Mar
2013
Semana Santa Torrejón 2013: Lluvia, saetas y una carroza mal aparcada PDF Imprimir E-mail
TorreNews - Sociedad Torrejón
Compartir en MenéameCompartir en TuentiCompartir en Buzz it!Compartir en FacebookCompartir en Twitter

Ocho procesiones y una Pasión Viviente compusieron la Semana Santa torrejonera

Torrejón terminaba el Domingo ocho días en los que pasó de todo, y es que la lluvia dio tregua (bastante más de lo esperado), pero el viento no y el tiempo fue protagonista de casi todas las noches de la Semana. Eso sí, el Domingo de Resurrección, como ya es tradición, lució el Sol para saludar al Resucitado.

La Semana de Pasión comenzaba el Viernes de Dolores, último día de la Cuaresma, y dedicado por la liturgia a la celebración del viacrucis previo al inicio de la Semana Santa. En Torrejón decidieron darle empaque a esta tradición convirtiéndola en la primera Procesión de la Semana que estaba a punto de comenzar: los Hermanos de la Vera Cruz con sus capirotes negros, antorchas y catorce estaciones en forma de pancartas completaron un recorrido diferente por un terreno también distinto: el barrio de Fresnos.

El Domingo de Ramos, por el contrario, la protagonista fue la Borriquita: Jesús  entraba triunfante en Jerusalén y lo hacía a hombros de los anderos de la Hermandad del Rosario, entre los que se encontraba un costalero muy especial: el mismísimo alcalde de Torrejón, Pedro Rollán. La Borriquita, por primera vez en su historia, salía a hombros sobre un lecho de ramos de olivo, y acompañado de palmas recorría las calles del centro.

Precisamente eso es lo que pretendía hacer la Hermandad de la Vera Cruz en su viacrucis procesional del martes santo, pero el tiempo (la lluvia  caía aunque mucho más fina que lo esperado), lo impidió. Para evitar comenzar la Semana con mal pie, se optó por un sorprendente Plan B: procesionar por los soportales que dan la vuelta a la  Plaza Mayor. La imagen, cuando menos curiosa, permitió completar el recorrido de catorce estaciones antes de volver a la Iglesia.

Y de la Iglesia consiguieron salir, después de tres años, las imágenes de los titulares de la Vera Cruz en la procesión más importante para la Hermandad: la Procesión del Silencio. El cielo amenazaba lluvia, pero rápidamente perdonó a los hermanos que pasearon por las calles, en silencio solo roto por los tambores, al Cristo de la Vera Cruz y a la Virgen de la Soledad. La Procesión, tras un encuentro a las puertas de la Iglesia (y un momento de silencio absoluto en que la calle Curas se llenó con el sonido de la cadena arrastrada por un penitente), terminaba en el interior del Templo con un fuerte abrazo de los cofrades y un gran aplauso de los fieles, que participaron en un Besapiés a altas horas de la madrugada.

Un poco antes, a las ocho y veinte de la tarde, hacían su aparición el Jueves Santo los protagonistas de la Procesión más seguida de este año: los minicostaleros, transportando el Paso Infantil La Santa Cena. Ellos los más jóvenes de la Hermandad abrían una comitiva con tres carrozas y la Virgen de la Soledad, que recibió saetas a su paso por Torrejón, y hasta provocó un desmayo (una vecina se desvaneció en el momento en que la Soledad hacía su aparición por la puerta del Sol de la Iglesia, necesitando la llegada de los servicios sanitarios). La Procesión de la Pasión terminaba sin sobresaltos a eso de las diez de la noche de una noche genuinamente primaveral.

También a las diez, pero de la mañana del día siguiente, comenzaba el acto más joven de la Semana Santa torrejonera: la Pasión Viviente, y lo hizo desbordando todas las previsiones. A pesar del horario, y de la lluvia que estaba cayendo, la Iglesia se llenó para rezar con los jóvenes de la Parroquia las catorce estaciones del viacrucis. La representación, visualmente muy mejorada en esta tercera edición, mantuvo cautivos a los fieles durante más de hora y media.

Justo después de que Jesús fuese enterrado, volvía a la vida para encontrarse con la Verónica, en una de las pocas Procesiones del Encuentro Doloroso que se realizan en España. La Verónica estrenaba vestido rojo, pero no pudo lucirlo por las calles de Torrejón, ya que la lluvia no perdonó. En su lugar el Encuentro se produjo en el interior del Templo, donde Jesús y la Verónica se vieron en el brazo mayor de la Iglesia.

Tampoco hizo buen tiempo por la tarde, en la que los hermanos de la Vera Cruz celebraron un particular Santo Entierro con dos carrozas, el Sepulcro y la Virgen de la Soledad. Sin embargo, los protagonistas de esta última Estación de Penitencia de la Semana torrejonera fueron los miembros de la Agrupación Musical de la Vera Cruz de Palencia, que desfilaron con su tradicional hábito negro y verde.

Esta procesión, no obstante, sí fue prolija en anécdotas: en primer lugar, la noche poco apacible obligó a recortar recorrido, lo que provocó un problema de intendencia: el Calvario tenía que cruzar por el pórtico que une las dos partes del Ayuntamiento, y lo consiguió, a pesar de que la distancia entre la parte de arriba de la carroza y el techo solo era de dos centímetros. Otra carroza fue protagonista de la anécdota más comentada de la noche: la Virgen de las Angustias se quedó, literalmente, encallada a la puerta de la Iglesia, impidiendo que pudiese continuar la Procesión.

Después de unos largos minutos de incertidumbre, un martillo obraba el milagro, y desencallaba la carroza, que pudo entrar por fin en la Iglesia. El último contratiempo del Entierro se produjo justo al final: cuando la Virgen se encontraba realizando su baile final antes de entrar en la Iglesia, la lluvia rompió la tregua  decretada dos horas antes, y el cielo comenzó a llorar. Los hermanos de la Vera Cruz optaban por interrumpir la procesión y meter a su titular a toda velocidad en la Iglesia, aunque de una forma  inédita: los anderos elevaron a pulso a la Virgen y entraron así en el Templo recorriendo un trayecto de sesenta metros. Eso sí, la improvisación estuvo a punto de acabar en tragedia: la Virgen pasó rozando el dintel de la Puerta del Sol.

El domingo, por su parte, el tiempo acompañó, por fin, a la Semana Santa de Torrejón, y lo hizo con una mañana mucho más apacible de lo que había sido el resto de la semana. El Resucitado y su Madre abandonaban la Iglesia para encontrarse en la Plaza, donde Ella perdió el velo que cubría su cuerpo entre repiques de campana y vuelos de palomas (por cierto, una no quiso volar y se quedó en medio de la Plaza donde se estaba produciendo el Encuentro) primero, y, tras una marcha por las calles, en la Puerta de la Iglesia, donde entraban juntos y mirándose tras ser elevados a los cielos por los anderos.

 

Resumen Semana Santa Torrejón


Viernes de Dolores

Viacrucis Procesional

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)


Domingo de Ramos

Procesión de la Borriquita

Crónica  y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)


Martes Santo

Viacrucis Procesional

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)


Miércoles Santo

Procesión del Silencio

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)


Jueves Santo

Procesión de la Pasión del Señor

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)


Viernes Santo

Pasión Viviente

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)

 

Procesión del Encuentro Doloroso

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)


Procesión del Santo Entierro

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)


Domingo de Resurrección

Procesión del Encuentro

Crónica y vídeo

Reportaje fotográfico (A Todo Color)

 

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar

Telescopio TV

El Tiempo

A Todo Color








Las Entrevistas del Telescopio

Redes Sociales

























Noticias Relacionadas